Una luna de otro mundo

Incluso sin apelar a cuestiones sobrenaturales o a la posibilidad de la existencia de platillos voladores y extraterrestres, nuestro sistema solar se encuentra lleno de misterios fascinantes. Desde la superficie de Júpiter, cuya composición es incomprensible para nosotros (océanos de hidrógeno con islas de este material solidificadas gracias únicamente a las inmensas presiones) hasta los místicos anillos de Saturno, pasando por la composición de los gigantes gaseosos y los debates sobre si podría allí haber vida.
Uno de los casos más curiosos de todo nuestro sistema solar es el de Titán. Descubierto apenas en 1655 por el astrónomo Christiaan Huygens, comenzó a tomar importancia en la investigación cuando, en 1907, el astrónomo español Josep Comás, propuso que podría tener una atmósfera debido al borde opaco que se observaba desde el satélite. En 1944 un análisis de espectrometría confirmó sus sospechas, Titán no solamente tenía una atmósfera, sino que ésta sería más densa que la terrestre.

Una atmósfera apta para la vida

Posteriores descubrimientos revelaron secretos aún más sorprendentes de la luna de Saturno. El más importante de estos sería que Titán – única luna del sistema solar con una atmósfera – también tendría la única atmósfera del Sistema Solar con una cantidad considerable de Nitrógeno. No sería esta la única particularidad de la luna, la cual se caracterizaría también por tener una inmensa cantidad de materia orgánica principalmente en forma de hidrocarburos.
Sus particularidades llevaron al desarrollo del llamado Proyecto Cassini, en el cual se envió una sonda a explorar la superficie del planeta y revelarnos sus secretos. La sonda en cuestión arribó al planeta en el año 2004 y desde entonces ha enviado valiosa información sobre sus características a los científicos de la NASA. Los descubrimientos nos revelan, verdaderamente, las características de otro mundo.

Lagos de compuestos orgánicos

En primer lugar, Titán parece tener una superficie donde abundan características geográficas semejantes a las de la tierra. Pese a su pequeño tamaño, tiene algunas montañas (en ocasiones de más de un kilómetro de altitud), varios montes pequeños y una vasta región llena de imperfecciones. Pero lo más sorprendente es la existencia (ya demostrada) de lagos en estado líquido en la superficie del planeta. Estos lagos no están compuestos de agua, sino de hidrocarburos (principalmente etanos) y parece ser que presentan un ciclo semejante al del agua en la tierra.
Es decir, así como la tierra posee grandes masas de agua en su superficie, Titán posee grandes cantidades de hidrocarburos que tienen un ciclo semejante al del agua (incluso con precipitaciones por nubes que, también se ha demostrado ya, están compuestas de hidrocarburos). Sin embargo, las curiosidades no terminan aquí.
Titán posee una superficie helada. De tener una composición como la de la tierra, sería una gigantesca bola de hielo, pero como los hidrocarburos no se congelan tan fácilmente puede presentar estos ciclos a pesar de que la temperatura promedio en su superficie ronda los – 180 °C. Estamos hablando de unas características que, aunque en general semejantes a las de la tierra, no se parecen en nada en términos absolutos y nos presentan un mundo desconocido en el que ninguno de nosotros sería capaz de sobrevivir.

¿Puede haber vida en Titán?

¿Puede existir vida en las superficies heladas de Titán? Los debates al respecto son enconados, pero las evidencias indican que en esta luna se han dado algunos pasos hacia la formación de moléculas orgánicas que, hasta entonces, solo se habían encontrado en la tierra.
Hay dos hipótesis sobre las posibilidades de que haya vida en Titán. La primera se concentra en la región submarina, donde se han detectado océanos de agua con amonio ideales para la formación de la vida. En este caso, se trataría de una vida microscópica semejante a la terrestre.
Pero una hipótesis mucho más controvertida y (si se me permite la expresión) interesante proviene de aquellos que afirman que Titán podría tener vida basada en la solubilidad de los hidrocarburos. De ser cierto esto, y existir vida (así sea compleja) en la superficie en los lagos de metanos, etanos y propanos, todo lo que sabemos sobre la vida tendría que revisarse y se abriría la puerta a la existencia de nuevas formas de desarrollo biológico que ni siquiera considerábamos posibles.
El interés de los científicos en esta luna es tal que la NASA ha llegado a proponer la organización de un proyecto de “globo climático” y un submarino que exploraran la atmósfera y los océanos de Titán respectivamente. Aunque el proyecto podría demorarse hasta 30 años, ya se están realizando los primeros preparativos.
Algunos individuos creen que en realidad Titán es el hogar de vida compleja (quizás, incluso, de vida inteligente) y que por ello el interés de los científicos en explorar la superficie del planeta. Aunque es extremadamente improbable, no cabe duda de que el solo hecho de que la posibilidad exista hace que los cabellos se ericen. Quizás, en 30 o 40 años, un submarino descubrirá misteriosas criaturas nadando en los lagos de titán. Quizás incluso encontrará reliquias milenarias ocultas en lo profundo de su núcleo.
No sabemos si estamos o no solos, pero Titán nos muestra una posibilidad emocionante… e inquietante a la vez: la posibilidad de que no solo no estemos solos, sino de que nuestros compañeros en este universo sean incomprensibles para nosotros (y nosotros para ellos). ¿Qué sucedería entonces?

Titán ¿Una luna con vida?


Una luna de otro mundo

Incluso sin apelar a cuestiones sobrenaturales o a la posibilidad de la existencia de platillos voladores y extraterrestres, nuestro sistema solar se encuentra lleno de misterios fascinantes. Desde la superficie de Júpiter, cuya composición es incomprensible para nosotros (océanos de hidrógeno con islas de este material solidificadas gracias únicamente a las inmensas presiones) hasta los místicos anillos de Saturno, pasando por la composición de los gigantes gaseosos y los debates sobre si podría allí haber vida.
Uno de los casos más curiosos de todo nuestro sistema solar es el de Titán. Descubierto apenas en 1655 por el astrónomo Christiaan Huygens, comenzó a tomar importancia en la investigación cuando, en 1907, el astrónomo español Josep Comás, propuso que podría tener una atmósfera debido al borde opaco que se observaba desde el satélite. En 1944 un análisis de espectrometría confirmó sus sospechas, Titán no solamente tenía una atmósfera, sino que ésta sería más densa que la terrestre.

Una atmósfera apta para la vida

Posteriores descubrimientos revelaron secretos aún más sorprendentes de la luna de Saturno. El más importante de estos sería que Titán – única luna del sistema solar con una atmósfera – también tendría la única atmósfera del Sistema Solar con una cantidad considerable de Nitrógeno. No sería esta la única particularidad de la luna, la cual se caracterizaría también por tener una inmensa cantidad de materia orgánica principalmente en forma de hidrocarburos.
Sus particularidades llevaron al desarrollo del llamado Proyecto Cassini, en el cual se envió una sonda a explorar la superficie del planeta y revelarnos sus secretos. La sonda en cuestión arribó al planeta en el año 2004 y desde entonces ha enviado valiosa información sobre sus características a los científicos de la NASA. Los descubrimientos nos revelan, verdaderamente, las características de otro mundo.

Lagos de compuestos orgánicos

En primer lugar, Titán parece tener una superficie donde abundan características geográficas semejantes a las de la tierra. Pese a su pequeño tamaño, tiene algunas montañas (en ocasiones de más de un kilómetro de altitud), varios montes pequeños y una vasta región llena de imperfecciones. Pero lo más sorprendente es la existencia (ya demostrada) de lagos en estado líquido en la superficie del planeta. Estos lagos no están compuestos de agua, sino de hidrocarburos (principalmente etanos) y parece ser que presentan un ciclo semejante al del agua en la tierra.
Es decir, así como la tierra posee grandes masas de agua en su superficie, Titán posee grandes cantidades de hidrocarburos que tienen un ciclo semejante al del agua (incluso con precipitaciones por nubes que, también se ha demostrado ya, están compuestas de hidrocarburos). Sin embargo, las curiosidades no terminan aquí.
Titán posee una superficie helada. De tener una composición como la de la tierra, sería una gigantesca bola de hielo, pero como los hidrocarburos no se congelan tan fácilmente puede presentar estos ciclos a pesar de que la temperatura promedio en su superficie ronda los – 180 °C. Estamos hablando de unas características que, aunque en general semejantes a las de la tierra, no se parecen en nada en términos absolutos y nos presentan un mundo desconocido en el que ninguno de nosotros sería capaz de sobrevivir.

¿Puede haber vida en Titán?

¿Puede existir vida en las superficies heladas de Titán? Los debates al respecto son enconados, pero las evidencias indican que en esta luna se han dado algunos pasos hacia la formación de moléculas orgánicas que, hasta entonces, solo se habían encontrado en la tierra.
Hay dos hipótesis sobre las posibilidades de que haya vida en Titán. La primera se concentra en la región submarina, donde se han detectado océanos de agua con amonio ideales para la formación de la vida. En este caso, se trataría de una vida microscópica semejante a la terrestre.
Pero una hipótesis mucho más controvertida y (si se me permite la expresión) interesante proviene de aquellos que afirman que Titán podría tener vida basada en la solubilidad de los hidrocarburos. De ser cierto esto, y existir vida (así sea compleja) en la superficie en los lagos de metanos, etanos y propanos, todo lo que sabemos sobre la vida tendría que revisarse y se abriría la puerta a la existencia de nuevas formas de desarrollo biológico que ni siquiera considerábamos posibles.
El interés de los científicos en esta luna es tal que la NASA ha llegado a proponer la organización de un proyecto de “globo climático” y un submarino que exploraran la atmósfera y los océanos de Titán respectivamente. Aunque el proyecto podría demorarse hasta 30 años, ya se están realizando los primeros preparativos.
Algunos individuos creen que en realidad Titán es el hogar de vida compleja (quizás, incluso, de vida inteligente) y que por ello el interés de los científicos en explorar la superficie del planeta. Aunque es extremadamente improbable, no cabe duda de que el solo hecho de que la posibilidad exista hace que los cabellos se ericen. Quizás, en 30 o 40 años, un submarino descubrirá misteriosas criaturas nadando en los lagos de titán. Quizás incluso encontrará reliquias milenarias ocultas en lo profundo de su núcleo.
No sabemos si estamos o no solos, pero Titán nos muestra una posibilidad emocionante… e inquietante a la vez: la posibilidad de que no solo no estemos solos, sino de que nuestros compañeros en este universo sean incomprensibles para nosotros (y nosotros para ellos). ¿Qué sucedería entonces?

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