Brian Miller, de 41 años, conductor de camiones en Ohio, EE.UU. estaba abriendo la tapa de un contenedor cuando el sabía que se sentía algo mal - inmediatamente llamó al 911 y le dijo al operador: "Soy un conductor de camión y creo que estoy teniendo un ataque al corazón".
Sin duda, su arteria principal estaba completamente bloqueada, causando lo que se conoce como un ataque cardíaco "widowmaker", informó Fox 8 Cleveland.
Según Pics 11, "fue llevado a un hospital local donde los médicos lograron revivirlo y limpiar el bloqueo, pero después de recuperar la conciencia y sentir que el dolor se disipo, desarrolló fibrilación ventricular, cuando el corazón comienza a temblar salvajemente y es incapaz de bombear sangre.
"No tenía ritmo cardíaco, no tenía presión arterial, no tenía pulso", dijo la enfermera de la UCI Emily Bishop.
"Me refiero a eso. El doctor realizó una 'RCP fuerte, dura y rápida' y impacto a Miller cuatro veces para tratar de revivirlo, pero no tuvo suerte."
Fue durante ese tiempo que Miller dijo que se escapó a un mundo celestial, "Lo único que recuerdo que empecé a ver la luz, y comencé a caminar hacia la luz."
Se describió caminando por un sendero bordeado de flores hasta la luz blanca - hasta que se encontró con su madrastra, que había muerto recientemente: "Ella era la cosa más hermosa cuando la vi, era como el primer día que la conocí, Parecía (ella) tan feliz."
Miller recordó: "Ella agarró mi brazo y me dijo: 'No es tu tiempo, no tienes que estar aquí, tenemos que llevarte de vuelta tienes cosas que hacer'".
Después de 45 minutos su pulso regresó "de la nada", dijo Bishop. "Su cerebro no tenía oxígeno durante 45 minutos, el hecho de que él está caminando, hablando, riendo, todo es increíble".
Me alegro de estar de vuelta entre los vivos, Miller ahora dice que hay una cosa de la que está seguro: "Hay una vida después de la muerte y la gente necesita creer en ella, el gran momento".
La experiencia de Miller es familiar para los investigadores que estudian experiencias cercanas a la muerte o EQM. En la mayoría de los casos, las personas que experimentan EQM a menudo cambian para siempre. Ellos reportan que ya no temen a la muerte y dicen que la experiencia se convierte en la piedra angular de su vida.
A veces una experiencia cercana a la muerte puede hacer convertir a un escéptico.
El Dr. Eben Alexander es un caso bien conocido de un científico agnóstico que se convenció de la existencia de lo espiritual.
En 2008, el Dr. Alexander cayó en coma durante siete días. Lo que le sucedió cambió su vida entera:
"Como neurocirujano, no creía en el fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte. Crecí en un mundo científico, hijo de un neurocirujano.
"No soy la primera persona que ha descubierto pruebas de que la conciencia existe más allá del cuerpo. Extraordinarias y maravillosas visiones de este reino son tan antiguas como la historia humana, pero hasta donde yo sé, nadie antes de mí ha viajado a esta dimensión (a) mientras su corteza estaba completamente apagada, y (b) mientras su cuerpo estaba bajo observación médica minuciosa, mientras la mía fue durante los siete días completos de mi coma", dice el Dr. Alexander.
Mientras estaba en coma, el Dr. Alexander dice que visitó el cielo donde conoció a una hermosa mujer de ojos azules en un "lugar de nubes grandes y esponjosos de color rosa-blanco" y a"seres brillantes".
"Me tomó meses llegar a un acuerdo con lo que me pasó a mí. No sólo la imposibilidad médica que había sido consciente durante mi coma, sino lo que es más importante, las cosas que sucedieron durante ese tiempo. Hacia el comienzo de mi aventura, estaba en un lugar de nubes".
"Sé muy bien lo extraordinario, lo francamente increíble, que todo esto suena ... Si alguien, incluso un médico, me hubiera contado una historia como esta en los viejos tiempos, habría estado bastante seguro de que estaban bajo el encanto de alguna ilusión. Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, tan real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida, incluyendo el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos.
Lo que me pasó a mí exige explicación", dice el Dr. Alexander
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